El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Oaxaca está marcando la pauta en 2025 con una iniciativa que debería ser ejemplo nacional: el primer Curso de Inducción para Solicitantes de Adopción. Este evento, que se llevará a cabo los próximos 30 y 31 de enero en la Casa de la Cultura Oaxaqueña, es mucho más que una convocatoria; es una puerta abierta para transformar vidas.
La iniciativa, liderada por la Procuraduría Estatal de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de Oaxaca (Prodennao), no solo ofrece información técnica sobre los requisitos legales de la adopción, sino que también desafía los mitos y prejuicios que rodean este proceso. A través de un equipo multidisciplinario que incluye psicólogos, trabajadores sociales y expertos jurídicos, los asistentes aprenderán sobre las necesidades reales de las niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad, así como las características que definen a una familia adoptiva.
Este curso, que se impartirá en horarios accesibles de 9:30 a 15:00 horas, promete ser una experiencia transformadora para quienes participan. En un estado donde la riqueza cultural convive con retos sociales significativos, el DIF Oaxaca está apostando por una estrategia que pone en el centro a la infancia, no como un tema más de política pública, sino como el corazón de una sociedad que busca construir futuro.
No es casualidad que este programa esté en manos de la Prodennao, la única institución facultada para llevar a cabo el proceso de adopción en Oaxaca. Su acompañamiento gratuito durante las fases administrativas y judiciales asegura que quienes desean adoptar no estén solos en el camino. Esto no es solo un servicio; es un acto de justicia social que merece ser reconocido.
Los interesados pueden acercarse a las oficinas de la Prodennao, ubicadas en la calle Vicente Guerrero número 114, colonia Miguel Alemán, o comunicarse al teléfono 951 501 50 50 ext. 2106. Este llamado no es solo para quienes desean formar una familia, sino para quienes quieren formar parte de un cambio estructural que beneficie a los más vulnerables.
En un país donde la adopción a menudo enfrenta barreras burocráticas y estigmas sociales, Oaxaca está demostrando que es posible hacer las cosas de manera diferente. Este curso de inducción no es solo un requisito; es una declaración de intenciones. Porque cuando una sociedad prioriza el bienestar de su infancia, está asegurando su propio futuro. Y eso, sin duda, merece un aplauso.
