Cada año, los titulares anuncian la llegada de un asteroide “peligroso” que se acerca a la Tierra, pero al leer la noticia completa, descubrimos que su distancia es lo suficientemente grande como para no representar una amenaza real. Esta vez, sin embargo, la historia es un poco diferente. Aunque no hay razón para entrar en pánico, el asteroide 2024 YR4 sí presenta un leve riesgo de impacto. No, el fin del mundo no está cerca, pero vale la pena analizar los detalles.
El asteroide 2024 YR4: ¿una amenaza real?
Descubierto el 25 de diciembre de 2024 por el Catalina Sky Survey, este asteroide no fue precisamente un “regalo de Navidad”. Su trayectoria inicial lo ubicó en un nivel 3 en la escala de Torino, un sistema que mide el riesgo de impacto de objetos cercanos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés).
Para ponerlo en contexto, la escala de Torino va del 0 al 10:
• 0 significa que no hay riesgo de impacto.
• 10 indica una colisión inminente con consecuencias catastróficas.
El nivel 3, en el que se encuentra 2024 YR4, señala una probabilidad de impacto del 1% o más, con capacidad para causar daños localizados. Actualmente, los cálculos sugieren que su mayor acercamiento ocurrirá el 22 de diciembre de 2032, a solo 1.500 kilómetros de la Tierra. En términos astronómicos, eso es prácticamente rozar nuestro planeta.
¿Debemos preocuparnos?
Antes de imaginar un escenario apocalíptico, recordemos que esta historia ya la hemos visto antes. Asteroides como Apophis 99942 también fueron considerados una amenaza en su momento, pero con nuevos datos y cálculos más precisos, su riesgo se redujo a cero. Los científicos creen que algo similar ocurrirá con 2024 YR4 conforme se recopile más información.
Pero supongamos que los cálculos actuales son correctos y que, en 2032, el asteroide realmente impacta la Tierra. ¿Qué sucedería?
Para empezar, el asteroide tiene un diámetro de 50 metros, un tamaño similar al del objeto que causó el evento de Tunguska en 1908, cuando una explosión masiva en Siberia arrasó 2.150 kilómetros cuadrados de bosque. Afortunadamente, ocurrió en una zona despoblada. En esa época, sin los sistemas de detección actuales, una evacuación hubiera sido imposible.
Hoy en día, la historia sería diferente. 2024 YR4 ya está monitorizado, lo que significa que, si se confirma el riesgo de impacto, las autoridades podrían evacuar la zona afectada. Incluso, existen tecnologías en desarrollo, como la misión DART, diseñadas para desviar asteroides en caso de amenaza real.
Conclusión: ni alarmismo ni indiferencia
El asteroide 2024 YR4 es un caso interesante porque su nivel de riesgo es mayor que el de la mayoría de los asteroides descubiertos. Sin embargo, aún no es motivo de preocupación extrema. La ciencia está de nuestro lado, y con los avances en detección y desviación de objetos espaciales, el impacto de un asteroide de este tamaño no sería el fin del mundo.
Así que, por ahora, podemos seguir disfrutando de nuestras vidas sin esperar que Bruce Willis venga a salvarnos.