En el marco de la conmemoración del Día de la Enfermera y el Enfermero en México, la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca (SMO) hace un llamado a valorar y reconocer la importancia del trabajo de quienes ejercen esta profesión, que en tiempos de COVID-19 se han convertido en personas fundamentales para salvar vidas e impedir el avance de la pandemia.
Actualmente en nuestro país, el 85% del personal de enfermería son mujeres. La edad promedio de este personal en México es de 36.8 años; el 61% tienen menos de 40 años de edad. El informe Situación de la enfermería en el mundo 2020 de la Organización Mundial de la Salud reporta un déficit, con una densidad de 20 a 29 trabajadores por cada 10 mil habitantes, por detrás de Brasil, Chile, Panamá y Costa Rica donde la tasa es mayor a los 100 por cada 10 mil ciudadanas y ciudadanos.
Desde la SMO hacemos votos por un permanente reconocimiento y valoración de esta profesión, pues el rol de cuidar a una persona enferma siempre se ha mantenido como secundario al rol de curar un padecimiento; la curación y el cuidado deben ser vistas como tareas complementarias, donde una no debería estar subordinada a la otra.
En esta dependencia reconocemos que, a lo largo de la historia en diversas sociedades y culturas, se ha relacionado la tarea de cuidar con el género femenino, que como otros roles las mujeres lo desarrollan en el ámbito privado, recluidas, por lo que podemos decir que la influencia del género en esta profesión ha provocado una falta de reconocimiento social de la misma.
Ciertamente hay avances en la construcción de la igualdad de género, aunque falta mucho por hacer para seguir cerrando las brechas en diferentes áreas, en tanto mucho podemos aprender del personal de enfermería con su ejemplo de vida y de trabajo que entregan su tiempo para dar calidad y calidez a las y los pacientes.
En este momento, como sociedad podemos hacer mucho para apoyar al personal de enfermería, quedándonos en casa, evitando acudir a lugares concurridos y aplicando todas las medidas de protección dictadas por la autoridad sanitaria para no contagiarnos, para no saturar los nosocomios y poner en mayor riesgo a las enfermeras y enfermeros con sobrecarga de trabajo, al igual que al personal médico.